- Una nueva manifestación podría haber traído más actos de violencia.
- Presidenta cede ante la presión popular.
La presión, las manifestaciones y la visita de una de las personas más influyentes del mundo, fueron los detonantes para que la mandataria al fin aceptara anular la concesión a una empresa que es cuestionada a nivel mundial.
El 11 de abril anterior, en un día donde debía ser celebrado por todo el país, se torno de violencia e insultos, esto por la represaría que sufrieron los vecinos de occidente, ahora bien, tras ese acto tan bochornoso, los oficiales de seguridad que debían cuidar a la ciudadanía se convirtieron en los enemigos del pueblo esto tras prohibirles el paso en Alajuela.
Al parecer Chinchilla se preocupó por la seguridad nacional, por qué sabía que cualquier otra indicación en torno a este tema iba a poner en riesgo, no sólo su imagen, sino a un pueblo hambriento de justicia. A buena hora por ella, pero más que todo por los costarricenses.
- Imágenes con fines ilustrativas. Tomadas de la web.
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